3 películas lésbicas desconocidas y recomendables
A todas nos suenan más o menos siete
o diez películas que todas hemos visto o tenemos pendientes. Pero en
este artículo vamos a proponer tres películas, escondidas en esos
listados de popularidad que nunca alcanzan los primeros puestos. A ver
qué os parecen.
- April’s Shower (2003)
Pasar un buen rato, reírte, quedarte con buen sabor de boca… ¿Cuántas películas lésbicas puedes ver y describirlas así?
Un bridal shower es algo
parecido a una despedida de soltera, sólo que algo más recatada. La
costumbre estadounidense es celebrarla mes o mes y medio antes de la
boda, al contrario que la despedida de soltera, que se celebra pocos
días antes. Nuestra historia tiene lugar en la bridal shower de la “casta” April, que se va a casar con el chico perfecto.
Desde el primer momento podemos ver que
Alex, la amiga de toda la vida de April, no está del mejor humor del
mundo. Achácalo a las excusas que pone ella: que justo está cortando
cebollas y por eso llora, que le toca ser dama de honor (dudoso honor en
su opinión, si ello conlleva pasarse la noche de antes en vela
cocinando), que siente que April la está utilizando, aprovechándose de
que tiene una casa grande y es cocinera profesional.
Para añadirle pimienta al cóctel, la
combinación de invitados se convierte en una bomba de relojería,
empezando por la nueva mejor amiga de April. No obstante, el sentimiento
es mutuo: ambas se sienten amenazadas por la otra.
Pero el momento álgido llega cuando Alex
suelta un bombazo que nadie espera y que pone especialmente patas
arriba el mundo de la futura novia.
Cada personaje tiene problemas tan
estrafalarios y las situaciones tan rocambolescas que, si lloras, es de
risa. Aunque el tono de la película es pura comedia, no todo son
carcajadas. Hay momentos en los que puedes identificarte con una o con
otra cuando sale a la luz lo que realmente pasa. Aunque son momentos
breves, son necesarios y despiertan empatía, ternura y hacen que el
mensaje de la película sea más dulce. ¿No te intriga descubrir cuál es
la bomba de Alex? ¡A mí sí!
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=XuMnM8VqgR0[/youtube]
- A Marine Story (2006)
¿Os van las chicas guapas de uniforme? ¿Sois una de ellas? ¡Llamad! Digo… ¡Buscad, buscad esta película!
Alexandra es retirada de servicio activo
en Iraq por una investigación militar abierta que la acusa de
homosexualidad. Poco después de hacer conocida su vuelta en su pueblo
natal, la policía le pide que intente razonar con una adolescente,
Saffron. Tras demasiada acumulación de delitos menores, si no es
preparada física y mentalmente para entrar a una academia militar,
Saffron será carne de reformatorio. Alexandra acepta el reto de mala
gana. Su inesperado encuentro les mostrará que, por mucho que les cueste
admitirlo, son justo lo que la otra necesita.
Ambas actrices clavan su personaje.
Dreya Weber (Alexandra) nos hace creer que es una mujer de piedra,
entrenada a prueba de todo, sobre todo en no sentir… Para luego
mostrarnos que si se le pincha, sangra, como todos nosotros. Paris
Pickard (Saffron) es la chica joven que muchas hemos sido, o que por lo
menos hemos conocido alguna vez. La niña que se cree mujer, pero no es
ni una cosa ni otra, que está en medio. Que va de dura, cuando se siente
el ser más vulnerable que pisa la tierra. ¿Os suena? A Alexandra
también.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=L6u2hhwIUYk[/youtube]
- A Perfect Ending (2011)
Advertencia previa: esta hay que verla
en versión original. Si no estáis acostumbradas a subtítulos, vais
rebobinando y dándole al pause, que así empezamos todos. ¿Y por qué?
Porque la voz de Jessica Clark es orgásmica. Y punto. Pero lo mío y las
voces y tonos de las mujeres es una historia aparte. Si alguien necesita
un motivo distinto… ¿Qué os parecería una versión de Pretty Woman a lo lésbico?
¿Cómo han conseguido que la historia Putanieves y el Príncipe
vuelva a funcionar y, encima, cambiando al príncipe por una princesa?
Pues empieza más o menos igual. Rebecca es una mujer con mucho dinero y
una vida que no le llena. Tiene marido e hijos. Pero su matrimonio dista
mucho de ser un cuento de hadas. Duda que lo haya sido alguna vez. Tan
poco satisfactorio, en todos los sentidos, que nunca ha tenido un
orgasmo. Así lo confiesa, tras unas copas, a sus mejores amigas. Que
resultan ser lesbianas y felizmente emparejadas. Sintiéndose en
necesidad de ayudar a su amiga, le dicen lo que cualquiera de nosotras
diríamos en esa situación: que necesita tener una aventura. Pero no una
aventura cualquiera, sino con una mujer.
Vale, de acuerdo, puede que no sea lo
que todas le decimos a nuestra amiga hetero cuando tiene problemas con
el novio, aunque más de una lo pensamos. Hasta donde seguro no llegamos
es a recomendar una agencia de chicas de compañía. Aquí terminan las
diferencias con Pretty Woman, diréis. Edward encuentra a
Vivian, porque se le cala el coche justo en su esquina. Un encuentro
premeditado, concretando por teléfono los detalles de cómo se desea la
compañía, dista mucho de la idea de encuentro romántico predestinado.
Porque Rebecca decide solicitar los servicios de una mujer similar a
ella. Piensa que con una compañía madura será más fácil conectar más
allá de lo físico, en plano mental, para poder plantearse, si acaso,
llegar a lo físico.
Pero aquí entra en juego el azar. Porque
a la chica encargada de atender a Rebecca no puede acudir a la cita. Y
pide a una compañera que la cubra, advirtiéndole que la cliente es
primeriza, una estirada y obsesa del control, entre otras cosas, de la
puntualidad. Y así es como Rebecca termina abriéndole la puerta a Paris.
Oh dios mío, Paris. Paris es la manzana de Rebecca. Es la manzana de la
tentación. Es la manzana de Newton, que de un golpe en la cabeza le
hace darse cuenta de tantas cosas. La manzana de la mitología griega,
porque no me cuesta nada imaginar a las tres diosas, Afrodita, Atenea y
Hera, peleándose por las atenciones de este ejemplar de ser humano, en
este caso mujer, llamada Paris. Voz de terciopelo, ojos oscuros como el
pecado, una mirada que derrite piedras y una sonrisa que haría
estremecerse a los mismísimos demonios del infierno. La seducción
pasivo-agresiva: “Sé que te vas a resistir, pero sé que lo quieres y sé
que vas a perder”. La sorpresa de Rebecca es mayúscula. La negación,
titánica. El deseo y la curiosidad, irresistible.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=8pbtOkqJfmQ[/youtube]
Estas son mis apuestas por lo desconocido. ¿Qué os parecen? ¿Alguna se anima? ¿Las habéis visto? ¿Alguna recomendación más?
Pilar Fresneda
http://www.mirales.es/cultura_entretenimiento/3-peliculas-desconocidas/
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